El mensaje que quiero que recuerdes cuando veas a Rodolfo este año.
Por: Lisa Raffoul
Si su hogar es parecido al mío, donde una de las tradiciones navideñas es ver algunos de los clásicos de navidad como “Santa Claus está llegando a la ciudad”, “El Grinch que robó la Navidad” o “Frosty, el muñeco de nieve”; Todos las intemporales y eternas películas que están en la lista de las que “Debes Ver durante ésta época.
La que más resuena conmigo es la historia de “Rodolfo, el reno de la nariz roja”. Adaptada de una canción, la historia trata de un reno llamado Rodolfo, que tiene una característica única. Él tiene una nariz brillante. Esto significaba que él en sí era diferente y diferente comparado con todos los otros renos, que, por cierto, eligieron reírse y llamarle por apodos. Los propios padres de Rodolfo vieron su diferencia como un defecto y trataron de ocultar la característica única de su hijo. Cuando tus padres se avergüenzan o no te aceptan, eso realmente duele.
La única persona que aceptó su diferencia fue una lindo reno llamada Clarice; Sin embargo, su apoyo fue rápidamente silenciado por su padre, que tampoco quería nada que ver con Rodolfo.
Rechazado por sus amigos, su entrenador y sus padres, Rodolfo decide huir de su casa. Se le une a Hermey, un duende que también es diferente a lo que se espera de él. En lugar de querer trabajar como un fabricante de juguetes, Hermey quería ser un dentista. En lugar de ser apoyado para alcanzar sus sueños, él también fue rechazado.
Mientras que Rodolfo y Hermey van a lo largo de su viaje, se encuentran en la Isla de juguetes desajustados, donde van los juguetes no convencionales cuando son rechazados por sus dueños; no deseados debido a su variación de un juguete normal o típico.
Después de una larga expedición, Rodolfo y sus amigos deciden regresar al Polo Norte. Allí se entera de que sus padres y Clarice lo buscan. Él también encuentra a un Santa preocupado que está a punto de cancelar la Navidad porque el mal clima no permite que el trineo salga. Al momento de comenzar su anuncio, Santa de repente se da cuenta de la nariz roja de Rodolfo. Y se le ocurre una gran idea. En lugar de ser visto como un defecto o insuficiencia, la nariz de Rodolfo es la herramienta que puede salvar el día de Navidad.
“Maravilloso” digo.
El punto que estoy tratando de hacer es que hay un significado más profundo en la historia de Rodolfo. Como padre que tengo un hijo con discapacidades múltiples, ciertamente puedo relacionarme con la incapacidad de otros para reconocer lo que mi hijo tiene para ofrecer. Él no estaba incluido en el juego de la escuela, pero tenía una sonrisa que podía iluminar toda una habitación. He escuchado innumerables historias de padres que trabajan incansablemente para convencer a otros de que su hijo o hija tiene la capacidad de trabajar, aprender y jugar con todos los demás.
Cada uno de nosotros tiene cualidades únicas, fuerzas diversas e intereses variados. Espero que la historia de Rodolfo inspire a la gente a abrazar la diversidad en todos nosotros y a encontrar una manera de asegurarse de que nadie es rechazado o excluido de nada. Y es lo que es diferente en nosotros puede marcar la diferencia para los demás.
Artículo originalmente publicado en inglés como The Message I Want You to Remember When You Watch ‘Rudolph’ This Year en The Mighty.